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CUANDO ENVIAMOS ayer nuestra columna, señalamos la grave irresponsabilidad de Marina Vitela Rodríguez de dejar la alcaldía y buscar la gubernatura siendo que Gómez Palacio se le estaba cayendo a pedazos, fue antes de que supiéramos la verdadera magnitud de lo que esta pésima caricatura de política estaba a punto de hacer. Por la mañana, la todavía alcaldesa había dicho que en la sesión de Cabildo que se desarrollaría por la tarde, habría de solicitar licencia para separarse del cargo hasta por 100 días y dedicarlos a recorrer el estado en su intención de alcanzar la candidatura de su partido para contender por la gubernatura de Durango…

SEÑALAMOS que el sello de su administración, si así se le puede llamar, era el de la corrupción, además de la ineficiencia, la ineptitud, la negligencia y como consecuencia el tener a la ciudad y a los gomezpalatinos en total abandono, mientras que por el contrario a sus amigos personales y cómplices, algo así como una gavilla de bandoleros, empezando por Norberto Galindo y el esbirro de este, Cuauhtémoc Estrella, les ha abierto las arcas municipales para que se despachen por si mismos como en bufet, de manera que han saqueado los bienes y el erario de Gómez Palacio sin que nadie, mucho menos ella les pongan un alto, pero al final de cuentas, cuando se finquen responsabilidades, cuando se presenten las denuncias penales correspondientes, quien puede o debe ir a la cárcel es la alcaldesa, ya que si bien hasta ahora co-gobierna junto con Norberto, la Vitela es la que tiene el nombramiento, ella es la autoridad y a ella la ley se le aplicará…

PERO COMO le comentamos, la columna de ayer la redactamos antes de la Sesión de Cabildo y por tanto antes de que Marina mostrara que su irresponsabilidad y su voracidad no tienen parangón en la política local. Para empezar engañó a todo mundo un par de horas antes diciendo que pediría licencia para separarse del cargo por poco más de 3 meses y luego ante el Cabildo con documento de por medio la solicitó para separarse de manera definitiva. Esto por principio de cuentas confirma que a la Vitela los gomezpalatinos y la ciudad le importan un cacahuate, porque en los poco más de 2 años que tiene como alcaldesa no hizo obra importante alguna, el pavimento de las principales calles y sobre todo las de las colonias está para llorar, la falta de agua y alumbrado público es de todos los días; la inseguridad mantiene en la zozobra a la población, los elementos de la policía y de Tránsito son peores enemigos de los ciudadanos que los delincuentes… y ella se va…

A MARINA le valen gorro los problemas que afectan a los gomezpalatinos. Le valen gorro o ni tiene la capacidad ni sabe cómo resolverlos. En otras palabras, Gómez Palacio se le cae a pedazos y si antes se encerraba a piedra y lodo en su oficina para que el síndico, hoy Diputado Federal por el Distrito 2 Federal, Omar Castañeda se encargara de todo, y como ya no puede recurrir a él, pues simplemente huye con el pretexto de que va en busca de la gubernatura, una misión que de sobra sabe que está fuera de su alcance y que también sabe que la gente de MORENA, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, empezando por el propio mandatario, tienen muy claro que no le pueden entregar a ella la candidatura, primero porque perdería y segundo porque en el muy remoto caso, vamos en el lejanísimo caso (como de aquí a China por el camino largo) de que ganara, sería peor gobernadora que Jorge Herrera Caldera…

ESO NO LO van a permitir los de MORENA y las cosas no están como para experimentar. Eso lo tiene muy claro Marina. Entonces por qué solicitó licencia para separarse del cargo de manera definitiva, se preguntará el lector? Muy simple, le digo yo… porque quiere reelegirse en la presidencia de Gómez Palacio. Parece un contrasentido, pero no. Me dirán que si quiere reelegirse por qué se va 7 meses de la alcaldía, a lo que yo les contesto que porque esta administración municipal, la presente, ya la perdió, ya no la puede rescatar, ya he señalado hasta la saciedad que fue una pésima alcaldesa y su labor estuvo plagada de corrupción, rapiña y saqueo de las arcas públicas…

ENTONCES SE aleja siete meses con dos objetivos, el primero es que los gomezpalatinos dejen de verla un tiempo y se olviden un poquito de sus raterías; la segunda es para su objetivo más importante: Pegarle en el corazón, pegarle en el sentimiento a los que mandan en MORENA, para que vean que aún sin posibilidad alguna (porque el senador José Ramón Enríquez en todas las encuestas la supera hasta por 30 puntos) Marina dejó la alcaldía de manera definitiva para jugársela y entonces el partido compensarla con la candidatura para que se reelija. Bueno eso creen ella y sus asesores…

SON TAN maquiavélicos que no dude Usted de que parte de ese plan para garantizarle a Marina Vitela la candidatura morenista a la reelección, sea dejar como alcalde suplente a Anabelle Gutiérrez Ibarra, que en efecto ocupaba tal posición en la planilla en la elección pero que bien saben, sobre todo la Vitela y la gente de su primer círculo, que Anabelle es más ignorante, menos capaz, menos preparada, menos todo que la ahora alcaldesa con licencia y por tanto esperan que en estos siete meses cometa tantos errores, tantas tonterías, irregularidades e ilegalidades, que los ciudadanos extrañen y hasta pidan que regrese Marina…

Y QUIEN ES Anabelle? Ella es hija de Marica Gutiérrez Ibarra y sobrina de Eva Gutiérrez Ibarra, ambas enfermeras como Marina y como Anabelle, que años atrás (en una serie de RUMORES ya les platiqué diversos detalles, hoy no me extenderé), cuando las hermanas vivían en la Avenida Vergel en Santa Rosa, frente a la vías del tren a escasos 200 metros de la Estación del Ferrocarril atrás de la Presidencia Municipal, eran visitadas con frecuencia por la ahora alcaldesa con licencia, que a la sazón solamente era enfermera y se ponían como luego dicen unas pedas de Dios Mío y Señor Nuestro, además de hacer otras cosas. Anabelle todavía no participaba, era una niña…

ESAS REUNIONES entre mujeres que terminaban con invitados del sexo opuesto, fueron tantas y tan frecuentes que hicieron que la amistad entre Marina y las hermanas Gutiérrez Ibarra creciera, de manera que cuando la Vitela comenzó a tomar vuelo primero en el sindicalismo y después en la política, al tiempo que la hija de Marica crecía, se la encargó hasta que ahora que llegó a la alcaldía la nombró su secretaria particular. Sin embargo, nunca tuvo una responsabilidad como para decir que está preparada para gobernar Gómez Palacio, pues hacer café y servirlo, llevar galletas a los invitados, contestar el teléfono cuando se lo ordenan y de vez en cuando ir a comprarle gorditas u ordenar un sándwich porque la patrona tiene hambre no la capacita para resolver los problemas de la ciudad…

SI MARINA con su currículum (así le hayan facilitado todo) fracasó estrepitosamente, imagine el lector a la pobre de Anabelle que lo único que tiene igual que su patrona es que estudió enfermería y nada, cero experiencia en cargos públicos y posiciones políticas. Pero como dicen: No tiene la culpa el indio… (GFA).-