EL FIN DE semana el presidente Andrés Manuel López Obrador lo dedicó a recorrer una parte por tierra y la mayor parte por aire, en helicóptero, el trazo que tendrá su mega obra denominada Tren Maya, en el que se hizo acompañar por Carlos Slim, el multimillonario dueño de CARSO hoy en boca de todos por su participación en la Línea 12 del Metro que se vino abajo tres meses con el trágico saldo de 26 muertos y más de cien heridos. Resulta que Slim, amigo del Peje, tiene a su cargo la construcción del segundo tramo de este carísimo y repudiado tres…

SIN EMBARGO, como ya es costumbre el líder de la Cuarta Transformación siempre ve las cosas a su modo y así las comenta sin pudor alguno. En la mañanera de ayer habló de su gira de fin de semana por los estados por los que atravesará el Tren Maya y afirmó que: No hay oposición al tren, que la gente está a gusto y que realizará supervisiones del avance de la obra cada dos meses, confirmando su compromiso de que la entregará a finales del año 2023…

LÓPEZ OBRADOR aseguró que la ciudadanía de la región apoya la obra del Tren Maya y que no hay oposición alguna. Que el Tren Maya es considerada una de las obras prioritarias del actual Gobierno Federal, y que la población de la región está a gusto con dicho proyecto. “Todos nos están ayudando. No hemos tenido ningún problema, no hay oposición. La gente está a gusto, son beneficios porque se están creando muchos empleos en toda la región. Son mil 500 kilómetros de construcción, de vías férreas y en circunstancias especiales porque aún cuando se está usando el derecho de vía, como es un tren moderno, de más velocidad, requiere de una vía especial”…

ESTÁ TAN acostumbrado a mentir el presidente, que cuando dijo que los pobladores del rumbo apoyan el Tren Maya y están muy contentos ni siquiera se sonrojó. No lo hizo a pesar de que existen amparos a granel de los ciudadanos que repudian la obra, que muchos de esos amparos ya se resolvieron a favor de los quejosos, al grado de que el caprichoso y carísimo tren del Mesías ya no pasará ni por Mérida, Yucatán, ni por Campeche, Campeche, es decir por las capitales de dos de los estados contemplados en el trazo original de la obra, tanto porque la ciudadanía lo rechazó, como porque por la vía legal obligaron a FONATUR a que modificara el recorrido. Hay muchos amparos más porque hay muchas irregularidades más cometidas por el gobierno federal en contra de los habitantes, de sus derechos humanos e incluso del medio ambiente…

TAL ES EL caso de padres y madres de familia de 3 mil 286 hogares en la Península de Yucatán, que están al paso del Tren Maya, y que de ninguna manera lo apoyan o están muy contentos con él como afirma López Obrador, por el contrario lo rechazan y peor todavía están muy molestos por la forma grosera como FONATUR los ha tratado luego de que trata de expulsarlos a como de lugar tildándolos incluso de criminales, razón principal por la cual han tenido que ampararse y afortunadamente hasta ahora muchos han sido escuchados por la justicia federal que ha obligado a que la construcción del tren cambie su ruta…

A ESE RESPECTO, los pobladores a la vera del trazo original de la obra, aclaran que las suspensiones por amparos que derivaron en ajustes a la ruta del Tren Maya no son para “joder” al Gobierno federal, como los acusó FONATUR, sino el reflejo de un megaproyecto mal planeado que viola el derecho a la consulta indígena, afecta al medio ambiente y a la vivienda. La serie de amparos interpuestos desde 2020 por comunidades de la Península de Yucatán contra el Tren Maya, por tales conceptos, orilló al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a ajustar la ruta de las estaciones del tramo III que se construirían en Ciudad Campeche y Mérida…

OBVIAMENTE, el tener que cumplir la ley, pero hacerlo obligados por ciudadanos comunes y corrientes, simples pueblerinos, muchos de ellos de raza indígena, causó tal indignación en los señores del Gobierno del Mesías que se les soltó la lengua. El director general de FONATUR, Rogelio Jiménez Pons, por ejemplo, dijo que los amparos que pusieron en contra del Tren Maya son ganas de “joder” al presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero para los pobladores que recurrieron al amparo, y que los jueces les han dado la razón, es la muestra de que el principal proyecto de infraestructura del Gobierno federal está “mal planeado” por “hacerse al vapor” y violar sus derechos humanos, por lo que “sólo tratamos de evitar que nos ‘joda’ el tren de su jefe”…

JIMÉNEZ PONS no se detuvo: “Los grupos de extrema derecha están poniendo amparos”, declaró esta semana el titular de FONATUR sobre la organización “Indignación” que representa a los pobladores amparados que integran la Asamblea de Defensores del Territorio Maya “Múuch’ Xíinbal” y el Colectivo “Chuun t’aan Maya”. Y agregó: “Tenemos prisa por terminar el Tren [finales de 2023]. Se hará todo, pero nada más que se acabe la discusión con estos ‘politiquillos’ que le meten grilla. Son ganas de joder a la 4T, al presidente”, aseguró el funcionario luego de explicar que, aunque poseen los terrenos donde planeaban construir la estación “La Plancha” en Mérida, los largos litigios provocarán que pueda hacerse hasta dentro de cinco o siete años. La estación se moverá a la altura de Teya…

CON LO QUE Jiménez Pons no cuenta, es que si sigue de lengua larga va a complicar más las cosas. Vea Usted: “Nosotros no sólo peleamos para que se desvíe la ruta del Tren, estamos luchando para que se cancele el proyecto, porque -además de afectar nuestro territorio, bienes culturales y no tener una Manifestación de Impacto Ambiental completa sobre los polos de desarrollo ni un Proyecto Ejecutivo– va a traer un incremento a la inseguridad a través del narcotráfico y trata de personas”, dijo Pedro Regalado Uc, habitante yucateco miembro de “Múuch’ Xíinbal”, una de las asambleas señaladas por Jiménez Pons como “de extrema derecha”…

“Nos está poniendo en el espacio donde debemos ser perseguidos y crucificados por los seguidores del Presidente. Pero nosotros no estamos en una lógica partidista, sino que estamos defendiendo nuestro territorio, donde vivimos”, aseguró Uc, quien además del activista Gregorio Hau, ha recibido previamente amenazas de muerte. “Es triste que se exprese con esa grosería y ese modo de descalificarnos de una forma vil. Merecemos respeto”. En comunicado, la Asamblea “Múuch’ Xíinbal”responsabilizó al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al director del Fonatur de cualquier amenaza, percance o daño físico que pudiera ocurrir a cualquier integrante “pues sus declaraciones nos ponen –con toda intención criminal– en una situación aún más vulnerable”…

PERO SI YA TODO lo que hemos estado comentando no es suficiente como para observar un horizonte sumamente sombrío para esta mega obra de López Obrador, hay que agregarle además serios problemas de corrupción que se han estado presentando en cuanto al material que desde el estado de Veracruz tienen que acarrear para ponerlo a todo lo largo de la ruta en donde se asentarán los durmientes, toda vez que los carros del Tren Maya por la velocidad a la que se desplazará y el peso que tendrán requieren de material especial que solamente allá encuentran y el sindicato que agrupa a los camioneros que lo trasladan quiere hacer su agosto y lo está haciendo…

ESE FACTOR Y OTROS muchos primos hermanos de la corrupción, como la negligencia, mala planeación, ineptitud, nuevos trazos, han elevado enormemente el costo de la obra ya de por sí carísima. Es así que el costo total del Tren Maya, que estaba estimado en más de 161 mil millones de pesos, se incrementará hasta 225 mil millones de pesos por lo menos. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) solicitará 64 mil millones de pesos del Presupuesto federal del 2022 para la realización del Tren Maya, un 76.4 por ciento más de lo que ya había aprobado durante el año en curso, dijo el director de Administración y Finanzas del Fondo, Arturo Ávalos…

LA DEPENDENCIA detalló que solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dicha cantidad debido a que se incrementó el costo total del proyecto, el cual deberá estar terminado en 2023, según las predicciones del Gobierno federal. El año pasado se ejercieron más de siete mil 791 millones de pesos para la obra, mientras que este año se aprobaron 36 mil 287 millones de pesos para un total acumulado de 44 mil 079 millones de pesos. A pesar de que se tenía contemplado que en 2022 se asignaran 45 mil millones de pesos al Tren Maya, se necesitarán 64 mil millones de pesos. Esto representa un incremento de 76.4 por ciento con respecto a este 2021. El cambio se debe a que el costo final de la obra, que sería de 161 mil 356 millones de pesos, incrementará por conceptos que no estaban previstos en el presupuesto original, como el uso de electricidad en un tramo. Aseguró que esto tendrá ahorros a futuro en el consumo de combustible… (GFA).-