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A PESAR DE las múltiples pantallas que desde la mañanera extiende a diario López Obrador para que el grueso de los mexicanos no se den cuenta de la espantosa realidad que su pésimo gobierno los está haciendo vivir, particularmente en lo que se refiere a los cientos de miles de muertos por la pandemia de covid-19, que no supo enfrentar, que no quiso combatir desde el principio y que luego al darse cuenta de que está fracasando en la estrategia se niega a cambiarla y correr a Gatell, hay decenas de mexicanos bien nacidos que no lo olvidarán y en su momento recurrirán a los tribunales nacionales e internacionales para demandar castigo a los responsables, más de 200 mil mexicanos muertos hasta ahora según las cifras oficiales y alrededor de 400 mil extraoficiales no pueden simplemente enterrarse y olvidarse…

EL MUNDO observa el pésimo desempeño en esta materia del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, pero además las cifras en poder de organismos internacionales son devastadoras y ubican a México como el país cuyo presidente manejó de la peor forma la pandemia, salvo uno, lo que ha traído como consecuencia que el número de muertos aquí por tal irresponsabilidad sea en estos momentos de casi 230 mil, apenas debajo de Estados Unidos y de Brasil, países con una población muy superior al nuestro y que en el caso del vecino del norte tuvo de presidente a Trump, del mismo corte que El Peje, en tanto que el de Sudamérica tiene a Bolsonaro, otro igual. Sin embargo eso, las cifras, no son nada para el enorme dolor de los cientos de miles de viudas, de huérfanos, de madres, de padres, de hermanos, primos, sobrinos, compadres y amigos que lloran a sus muertos y que buscan culpables, porque los hay…

YA DESDE ahora son cada vez más las voces que responsabilizan a López Obrador de la tragedia; es cada vez mayor el convencimiento de los mexicanos de que Hugo López Gatell, el “científico” al que el presidente puso al frente del combate a la pandemia es el culpable de los miles de muertos porcovid-19 en nuestro país. Yéndonos a los hechos no están muy errados. La pandemia pudo haber acabado con miles de muertes por sí sola, pero estas se multiplicaron por las decisiones imbéciles que se tomaron de manera oficial para enfrentarla. Toda personalidad, de cualquier índole, se convierte en un ejemplo para el conglomerado, más cuando éste lamentablemente se compone en gran parte de gente con escolaridad baja, que tiende a hacer ídolos a artistas, cantantes de narcocorridos, deportistas, etcétera y además de que los imita en cuanto a vestimenta o corte de pelo por ejemplo, si recibe “consejos” de ellos trata de seguirlos…

AHÍ FUE donde la puerca torció el rabo, Andrés Manuel López Obrador, que llegó a la silla presidencial con más de 30 millones de votos, muchísimos de gente como la que hemos delineado, tuvo la desfachatez, por no decir que cometió la estupidez, de que cuando llegó l pandemia no solamente la minimizó, sino que le dijo a los mexicanos en sus mañanera una, otra, diez, veinte veces y en sus giras, que no se preocuparan, que el coronavirus era como una gripe, que era menos que la influenza; que salieran a la calle, que fueran a las fondas, que se saludaran que se abrazaran y que no usarán cubrebocas porque no estaba comprobado científicamente que sirviera…

ESTO DE la inutilidad del cubrebocas lo sostuvo por largo meses y nunca lo usó; cuando le preguntaban él a su vez le repreguntaba a su inútil científico de cabecera y López Gatell con esa sonrisa de arrastrado que le caracteriza le contestaba que él, el Mesías, no tendría nunca problema porque tenía fuerza moral. En la calle, mejor dicho, en las calles, en las casas, en los hospitales de todo el país lo mexicanos seguían muriendo y de repente, el presidente y luego su zar anti-covid fueron contagiados. Cuando López Obrador estuvo en Palacio Nacional enfermo y bien a bien la sociedad no sabía de su gravedad, al menos tenían la esperanza de que el contagio lo hiciera reflexionar y al recuperarse cambiara la estrategia por el bien del país y de los mexicanos. No fue así, por el contrario las malas decisiones siguen tomándose ahora hasta en la vacunación…

FRENTE A este breve pero muy ilustrativo recuento de lo que ha sucedido en la pandemia, si de encontrar responsables (criminales?) de tantos miles de muertos por covid-19 se trata, indudablemente que la lista la encabezará el ahora presidente de la república y le seguirá López Gatell, que se deslumbró ante la confianza y el apoyo que le ha demostrado públicamente El Peje y que para empezar ha puesto a sus pies todos los conocimientos de salud y científicos que haya acumulado en su carrera, para obedecerlo ciegamente y cumplir cuanto capricho u ocurrencia le dicta, aunque ello haya traído como consecuencia la muerte de miles de compatriotas…

SIN EMBARGO, los responsable de este genocidio, de este crimen de lesa humanidad, no son solamente el presidente y el zar anticovid, hay muchos otros. Los que debieron haber detenido lo que estaba sucediendo y no lo hicieron, sino que también como corderitos o como perros que obedecen ciegamente al amo, lejos de reclamarle, lejos de ponerle un alto, le aplauden sus acciones, cualquiera que sea el daño que ocasionen a los mexicanos; tal es el caso de los que cobran en las cámaras de diputados y senadores. Hay otros que sin tener la fuerza para detenerlo, en los hechos actuaron como cómplices, como por ejemplo el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres, que por inútil, flojo, inepto y hasta cobarde, no actuó a tiempo (y sigue sin hacerlo) y muchos duranguenses han muerto por esta terrible enfermedad por su irresponsabilidad…

EN EFECTO, su predecesor en la gubernatura, Jorge Herrera, construyó a un costo de más de mil 200 millones de pesos, un moderno, funcional, enorme y hasta bonito Hospital de Especialidades en Gómez Palacio, que El Güero Rosas, el gobernador que según él “no se ha robado ni un peso” tuvo abandonado por más de 3 años de su gestión, cuando le faltaba casi nada para echarlo a andar. Luego se presenta “El Año de la Pandemia” y decenas y centenas de gomezpalatinos, lerdenses y gente de Tlahualilo caen víctimas de la enfermedad pero el gobernador ni se inmuta, el hospital sigue ahí como “elefante blanco”…

MUCHAS VOCES laguneras se levantan pidiéndole al gobernador de Durango (de Durango capital, porque parece que odia a La Laguna) que ponga en funcionamiento el hospital que construyó Jorge Herrera pero Rosas Aispuro no los oye; él anda en sus cosas, en sus negocios pues. De no ser porque en los hospitales de Torreón y por decisión del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, se da entrada a gente contagiada de La Laguna duranguense, los muertos allende el Nazas serían muchísimos. Fue entonces, cuando Riquelme Solís interviene que el gobierno federal para las antenas, envía gente del INSABI y se decide declarar al hospital de Gómez Palacio Unidad Covid y comienza a recibir enfermos, por fin deja de ser elefante blanco, un monumento a la ineptitud y al abandono en que el gobierno duranguense tiene a la región…

LAMENTABLEMENTE para entonces ya el daño por la pandemia a los laguneros duranguenses estaba hecho, además de que el enorme y funcional Hospital de Especialidades fue habilitado como Unidad Covid de “a mentiritas”. Inicialmente se informó que tendría 60 camas para contagiados por el coronavirus; luego que treinta y finalmente se abrió con solamente 6 camas. Torreón tuvo que seguir auxiliando a Durango. EN CIFRAS, Gómez Palacio es el segundo municipio con el mayor número de casos acumulados y defunciones. Hasta el día de ayer ya sumaban 7 mil 511 casos y 740 muertes por contagio, mientras que Ciudad Lerdo registra 1955 casos y 97 defunciones…

PERO QUE cree Usted estimado lector, que ahora que por fortuna los contagios en la región a uno y otro lado del Nazas han bajado más que notoriamente, el Gobierno de Durango tomó la decisión de dejar de destinarlo a la atención exclusiva de casos de covid-19 y que funcione como Hospital General de Gómez Palacio, lo que nos parece bien; lo que no entendemos es que el Güero Rosas Aispuro en lugar de ponerse a trabajar y que el nosocomio lo haga también, ahora resulta que dio órdenes de que entre en operaciones hasta que lo inaugure junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador…

PERO QUE LE pasa? Ese hospital ya lo inauguró el que lo construyó, es decir el anterior gobernador Jorge Herrera; luego lo inauguró como Hospital Covid el titular del INSABI, Juan Antonio Ferrer; ahora simplemente dejarán de atender este tipo de casos, porque ese empeño en hacerle la barba al Peje. Lo peor es que ni vergüenza le da a Rosas Aispuro anunciar que no tiene todavía fecha para que inicie operaciones el Hospital General de Gómez Palacio porque será cuando el presidente de la república tenga tiempo y venga a re-re-reinaugurarlo. Da pena ajena! Y si no viene? Que se sigan muriendo los gomezpalatinos?… (GFA).-