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LA POSTURA es firme del gobernador de Coahuila Miguel Riquelme, ante el embate político de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel, la cual se avizora traiga consigo consecuencias negativas para el país y particularmente a nuestro Estado. No cabe duda que ninguna industria es tan esencial para la condición humana en estos momentos como toda aquella que tiene que ver con la generación, distribución y uso de la energía. Esto es algo que ha quedado demostrado con la pandemia que nos ha obligado a quedarnos en casa por una año entero incrementando con esto el consumo de energía eléctrica en cada hogar, esto también al suspenderse las clases presenciales en todos los niveles educativos para cambiarlos a modalidad a distancia, en donde el uso del internet y los dispositivos electrónicos han sido las herramientas fundamentales para que las clases continuaran de manera virtual sin tener que comprometer los ciclos escolares y desde luego la salud y la vida de los alumnos de todos los niveles. ¿Imagínese señora y señor lector las consecuencias funestas, no solo para México, sino para el mundo en general si en medio de la pandemia además nos hubiéramos quedado a obscuras?…

ESTO HUBIERA sido un caos de antología bíblica. Aunque también tuvimos nuestra probadita o más bien “sustito” sobre la importancia de la luz eléctrica con los recientes apagones, que dicho sea de paso, dejaron importantes pérdidas económicas aunque esto haya sido minimizado por el gobierno federal. El negocio de crear y mantener un sistema energético duradero no es cosa menor, ni algo como para andar experimentando; el medio colectivo por el cual la sociedad genera y distribuye recursos energéticos vitales, no es novedad y ha existido por generaciones. Pero longevidad no es lo mismo que constancia y es por eso que estos deben irse modernizando y entrando en nuevos esquemas de financiamiento para poder ser costeables y que además estos alcancen a poblaciones cada día más habitadas y remotas…

LOS ANALISTAS Y especialistas en cuestiones de energía, han asumido la doble tarea de definir el status quo del sistema energético y proyectar su evolución potencial hacia un futuro que ya nos alcanzó. Al proclamar el comienzo, u ocaso, de varios paradigmas, períodos y edades, innumerables escritores han tratado de dar sentido a esta industria colosal e intensamente global. Si bien ningún intento de dividir la historia de la industria energética en distintos estratos secuenciales capturará su verdadera complejidad, estos esfuerzos son un medio útil para reunir una narrativa coherente para informar los procesos de toma de decisiones del sector público y privado, mismos que hoy deben de ir de la mano. Una de las lecciones más importantes inculcadas incluso por una lectura superficial de ese análisis sobre la energía eléctrica, es que el sistema energético tiende a moverse lentamente, pero los cambios en el mismo pueden ser rápidos e irrevocables pero por lo mimo conllevan un impacto que puede llegar a ser catastrófico si no se mide y estudia a la perfección cualquier tipo de reforma que se haga, lo que significa que esto es aún más valioso y vital reflexionar sobre el tema y no solo tratar de imponer una reforma con denostaciones de poder político y sin la escucha de los involucrados en el tema…

EN COAHUILA el gobernador pone el dedo en la llaga para tratar de evitar una debacle del sector en nuestro Estado, ya que aquí nos habíamos anticipado con la apuesta a las energías llamadas limpias, que son autosustentables, que generan menos contaminantes al medio ambiente y una mayor eficiencia. Con esto se concretaría el golpe que se había dado a Coahuila, un estado que venía aprovechando las energías renovables como un factor de productividad en su economía, procedimiento que se vio mermado a raíz de la actuación del Gobierno Federal. MARS también ha señalado que la propuesta del mandatario federal tendría que ser regulada para ver dónde se encuentran los aspectos que podrían representar ventajosas para algunas empresas, pero sin eliminar la competencia que hoy se tiene en los estados que han sido competitivos y han atraído empresas en este sector, como es el caso de Coahuila. Recordó también que la iniciativa propone modificar los contratos legados para forzar nuevos proyectos de CFE a los clientes sin necesidad de competir en subastas, lo que resulta sumamente delicado y podría representar una inconstitucionalidad, porque en aras de no competir y no abrir las subastas, la CFE usaría estos contratos que se diseñaron para otro fin o de manera discrecional regresando al dañino monopolio…

PUESTO QUE en la actualidad la cadena de valor en la producción de electricidad se divide en generación, transmisión, distribución y suministro- comercialización. El régimen jurídico vigente, producto de la Reforma Energética de 2013, abrió a la competencia a las actividades de generación y comercialización de energía. En este sentido, la CFE se desintegró en distintas empresas subsidiarias para cada sección formando con esto cadenas de valor, abandonando el antiguo modelo de monopolio verticalmente integrado. La iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica crea desincentivos a las inversiones en energía solar y eólica, lo que favorece un modelo de monopolio en la generación de energía eléctrica a favor de la Comisión Federal de Electricidad. La aprobación de la iniciativa implicaría mayores costos de energía, un daño a las finanzas públicas, el incumplimiento de compromisos ambientales y la pérdida de competitividad de la economía, además de comprometer la relación comercial con los países vecinos ya que conlleva claramente “elementos de inconstitucionalidad”, que son violatorios a los acuerdos internacionales y sobre todo del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá… (Luis Enciso).-