*La ternura del ignorante *No soy juez electoral: AMLO

POR: MAAT

A 9 noviembre, 2020

LA ELECCIÓN DE Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos de América, ha dado pie a que los mexicanos confirmemos que el nuestro es terco, casado con ideas sin sustento y desconocedor de las reglas electorales más elementales de los vecinos del norte, pero aún así, con una ternura que raya en el asombro, se atreve a declarar una y otra vez sobre las mismas, lo que le hace caer en el ridículo nacional e internacional y quedar mal ante quien será el mandatario del país más poderoso del mundo al menos por los próximos cuatro años…

NEGARSE YA no a felicitar a Biden, sino por lo menos a reconocerlo como nuevo presidente de EUA, lo que ya han hecho cerca de 100 mandatarios del orbe, para empezar Trudeau de Canadá, que junto con México y los norteamericanos integran el T-MEC, los de la Comunidad Económica Europea, muchos asiáticos, casi toda América Latina, incluyendo a Cuba y Venezuela con mandatarios de la línea que sigue El Peje, es más que extraño, casi preocupante…

Y NO LO ES porque pensemos que el nuevo mandatario se va a molestar tanto porque López Obrador no lo ha felicitado, no lo es porque pensemos que Biden no puede dormir de la preocupación porque El Peje no le ha llamado, intérprete de por medio para darle sus parabienes, lo es en todo caso, porque el Mesías sí fue a apoyar la campaña de Trump en aquel viaje de abrazos, besos y elogios mutuos a Washington para tratar de llevarle el voto hispano a su amigou, luego de que durante casi 4 años Donald trató a los nuestros de asesinos, violadores y delincuentes. Aún así creemos en Biden cuando está extendiendo la mano a todos en general, incluyendo a quienes votaron por Trump y cuando afirma que gobernará para todos pero, López Obrador, que ni pitos toca en el desfile, se está atravesando entre las patas del caballo y si sigue así puede desatar su furia. Dice que quiere ser prudente pero hace justamente lo contrario…

EN LA MAÑANERA DE hoy lunes, Andrés Manuel reiteró que la postura del Gobierno que representa “es esperar a que las autoridades encargadas del proceso en Estados Unidos declaren a un ganador. Nosotros no podemos actuar imprudentemente y no solo es una cuestión de forma, sino también de fondo”. Señaló que él se apega al mandato constitucional en materia de política exterior, la cual es guiada por los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. “Nosotros no podemos inmiscuirnos en la política ni en las decisiones de otros países”, advirtió el presidente, aunque aclaró que “no significa que estemos en contra o en favor de nadie”…

EN ESE SENTIDO, dijo que tampoco tiene diferencias ni problemas con Biden, pero insistió en que “actuará con prudencia” y una vez que haya resolución oficial, emitirá un pronunciamiento, descartando que si el demócrata llega a la Casa Blanca, la demora en posicionarse pueda afectar una futura relación bilateral. “Eso de pronunciarnos es como si fuésemos jueces electorales”, consideró el presidente, revirando a quienes lo cuestionan, preguntando “¿cuál es la prisa?” de que México felicite ya a un contendiente de las elecciones…

DEBEMOS SEÑALAR que el Presidente cometió con esto un error fundamental: en Estados Unidos, a diferencia de México, no hay una autoridad electoral central que dé resultados definitivos, es decir, no hay un INE como aquí. Los medios de comunicación no dieron a conocer la victoria de Biden mediante encuestas de salida, sino a partir de la información del cómputo en cada estado. Esa información es la oficial, es la definitiva, y las impugnaciones, por lo que se desprende, no serán suficientes para cambiar el rumbo de la elección…

LOS MEDIOS estadounidenses señalaron desde el sábado por la noche que en la Casa Blanca estaban analizando si había suficiente evidencia para poder ir a tribunales y revertir el resultado del voto, ante el riesgo de que Trump terminara como un perdedor ardido y liquidara el resto de su herencia política. Funcionarios del gabinete presidencial de México, revelaron que López Obrador había sido informado en la víspera que la elección iba a ser cerrada y que, en caso de perder, Trump no reconocería su derrota. Dicho de otra manera, la negativa a reconocer la victoria de Biden no fue elaborada el mismo sábado. Los diferentes escenarios sobre los resultados de la elección fueron planteados durante la semana en Palacio Nacional, y la razón por la cual se demoró tanto en darla a conocer, de acuerdo a la información proporcionada por los funcionarios, tendría que ver con el debate interno donde se partieron las opiniones de los principales asesores de López Obrador en política norteamericana. Él siempre estuvo enterado, él siempre ha estado con Trump…

SE COMENTA que la postura de no reconocer a Biden, no es solamente por terquedad del Mesías, sino por acuerdo de su gabinete y particularmente por consejo del titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que visto está, sigue bajo la bota de Trump. Dicen que hubo pleito. Que Marcelo Ebrard hizo fuertes alegatos a favor de que si ganaba Biden, el Presidente no debía felicitarlo hasta que terminaran todos los procesos judiciales. Por el otro lado se encontraban el coordinador de asesores de López Obrador, Lázaro Cárdenas Batel, que sí conoce cómo funciona la política en ese país, y la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, quienes opinaban lo contrario. La discusión se prolongó hasta el sábado y perdieron estos últimos, imponiéndose Ebrard…

EN RESUMEN López Obrador le hizo caso al que menos entiende de política estadounidense. Adicionalmente, las declaraciones del presidente mexicano al negarse a felicitar a Biden han sido desafortunadas. La manera como se han redactado o realizado sugieren que hubo irregularidades que podrían hacer de esta elección un proceso fraudulento, que es exactamente lo mismo que alega Trump, y que los líderes que felicitaron a Biden fueron imprudentes, oportunistas e irrespetaron los asuntos internos de Estados Unidos. Nadie en el mundo piensa así. No se necesitaba mucha inteligencia, sólo sentido común. La cancillería no procesó correctamente la información que tenía sobre las elecciones, pero dada la posición pro- Trump de Ebrard, no realizó un análisis acertado de las consecuencias de que el principal socio comercial de Estados Unidos, optara de manera ignominosa meterse en la trinchera de un Presidente que está siendo criticado acremente en su país, incluso por republicanos prominentes, por desconocer el resultado de las elecciones que, de acuerdo con todos, salvo los trumpistas, se desarrollaron correctamente y dentro de los parámetros de la legalidad…

ES INCONCEBIBLE, PERO después de que cometió tan garrafal error de convencer al presidente de no felicitar a Biden, Ebrard todavía hace declaraciones retadoras, provocadoras cuando todavía ni siquiera sabe las consecuencias de sus actos contra su patrón y peor aún, contra México. Es así que comenta: Quienes apuestan a una mala relación del presidente Andrés Manuel López Obrador con Estados Unidos por esperar a los resultados finales para felicitar a Joe Biden “se van quedar con las ganas”, advirtió el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien aseguró que México cuida mucho la relación estratégica con ese país. Ebrard aseguró que el gobierno de México ha establecido contacto con los equipos de Biden y del presidente Donald Trump, pero hasta que termine el conteo de votos en Estados Unidos el presidente López Obrador hará un pronunciamiento sobre el ganador…

EBRARD RECORDÓ que cuando López Obrador ganó la elección en 2018 se preguntaban qué tan grave iba a ser el pleito con Trump y ahora nos dicen que puede ser lo mismo con Biden. “Se van a quedar con las ganas, porque la relación entre México y Estados Unidos es una relación estratégica y hay que cuidarla mucho y el presidente ha sido suficientemente razonable y cuidadoso para que esa relación sea muy buena”. “También habrá puntos donde no necesariamente haya acuerdos, pero México es el especialista en eso, México lleva muchos años aprendiendo a coexistir”, dijo Ebrard, quien insistió en que, al concluir el conteo de votos en Estados Unidos, se procederá a mantener la relación…

Y TERCO como su patrón, añade Ebrard: “Sea mantener la relación con Trump (ellos todavía tienen esperanza de que se quede) o abrirla con Biden, quien conoció al presidente López Obrador, en 2012. El objetivo será tener la mejor relación posible. Recordó que se logró evitar fricciones permanentes con el gobierno de Trump sin que México tuviera que hacer concesiones importantes”… Por lo visto para Marcelo Ebrard poner al servicio de Trump 27 mil efectivos de la Guardia Nacional a fin de que ningún centroamericano llegara a su frontera, no es una concesión importante; por lo visto darle la espalda y traicionar a nuestros hermanos centroamericanos hasta perseguirlos como si fueran animales cuando entran a nuestro territorio en busca del sueño americano no es una concesión importante. Que desvergüenza!!!… (GFA).-

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